Finisterre, ¿el final del Camino de Santiago?

 

Barcos en FinisterreEl final del Camino de Santiago es, todo el mundo lo sabe, Santiago de Compostela. Decidir echarse a hacer el Camino de Santiago puede ser una decisión meditada o provocada por algún acontecimiento. Nuestro amigo Alfonso se echó al camino tras el fallecimiento de sus padres, y se encontró de nuevo a si mismo a lo largo del camino.

Desde Saint Jean de Pied de Port, en las faldas de los Pirineos vascofranceses, hasta Santiago discurre el camino francés, pasando por Roncesvalles, Pamplona, La Rioja, Burgos, León, … pero hay cantidad de caminos que llevan a Santiago desde Jaca, Cáceres, Sevilla, Portugal, …

Y cuando llegan a Santiago se recuperan un par de días y vuelven a su vida … con un cuerpo nuevo y un espíritu renovado.

Pero muchos saben que El Camino sigue hasta el fin de la tierra, hasta Finisterre, Fisterra en gallego o Finis Terrae de los romanos, que son los que le pusieron nombre y dejaron escritas algunas historias.

Son tres días mas, unos 90 kilometros, que después de semanas de camino, y de conseguir la Compostela, la certificación de haberlo realizado, es un esfuerzo agradable por lo que te vas a encontrar allí.

Décimo Junio Bruto (S. I) contempló desde los acantilados cómo el sol desparecía en el océano entre llamaradas, probablemente desde el Monte del Cabo Finisterre.

Durante casi dos mil años los peregrinos han seguido llegando a Finisterre pero los peregrinos actuales siguen el ritual de quemar sus ropas de peregrino, destrozadas en el camino, en el Cabo de Finisterre como símbolo de purificación de dejar allí lo malo de una vida pasada y empezar una nueva vida sin cargas.

Otra forma de purificación es darse un baño en ese frío Oceano Atlántico en alguna de las conocidas playas de Finisterre: Playa de Langosteira, Playa do Mar da Fora, Playa de Rostro, Playa de Talón, Playa de Corbeiro, Playa de Arnela o Playa de Sardiñeiro. Cada una en su estilo.

Y una vez purificado con ropa nueva y salitre en el cuerpo, qué mejor que disfrutar de un arroz o de un pescado a la brasa en el Hotel restaurante Ancora Finisterre?

Si hace buen tiempo es estupendo, pero un peregrino llamado Félix nos comentaba que la primera vez que llegó a Fisterra había niebla cerrada y se oían las sirenas que alertaban a los navegantes: impresionante! Es otra forma de llegar que tampoco se olvida fácilmente.